Las últimas medidas del Gobierno están provocando que muchas instituciones oficiales se apresuren a hacer acopio de ingente material con el que poder afrontar adecuadamente los cambios que se están produciendo, hora tras hora, en la sociedad. Recortes, decretos ley, derogaciones, reformas, y otros numerosos cambios hacen aparecer nuevos hábitos ciudadanos pero también inesperadas reacciones que, desde las instituciones, se observan y vigilan con atención. La Conferencia Episcopal Española, que espera la aprobación en las próximas semanas, de un decreto ley por el que se obligará a comulgar semanalmente a los mayores de diecinueve años, y que supondrá el copago de dos euros a cada comulgante, por cada hostia, es una de las instituciones que se está preparando para los nuevos acontecimientos. Rouco Varela ya ha advertido de que habrá un sector de la población, de baja convicción moral, que podría echarse a la calle para protestar por la comunión obligatoria, y ha pedido al Gobierno que actúe con decisión pero también con generosidad.

 Según parece, la Guardia Civil acaba de hacer un pedido de cien mil pelotas de goma antidisturbios que podrían ser bendecidas por el mismo cardenal, y arzobispo de la archidiócesis de Madrid, en los próximos días. La bendición, parece ser, tendría lugar en la Plaza de Oriente durante la celebración de la “Misa de los policías”, como ya se conoce al evento, y cada pelota será consagrada personalmente por Rouco. Se cree que la misma empresa que proveerá a la Guardia Civil de las pelotas de goma podría también abastecer a la Iglesia de los ochenta y siete millones de hostias, por lo que los guardias deberán avisar siempre, antes de disolver cualquier disturbio, que las pelotas podrían contener trazas de hostia consagrada.