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sábado, 27 de abril de 2013

Argentina. Bailando un tango al borde del precipicio

                                               argentina

No hace mucho un empresario chileno me comentaba, después de más de 30 años invirtiendo en proyectos empresariales en Argentina al fin ya he aprendido, nunca más voy a invertir en ese país ya que la plata (dinero) que metes, siempre por una causa o por otra nunca más la puedes volver a sacar, es cómo si la metieras en agujero negro.
Si la expropiación a Repsol de YPF fue sonada, las empresas españolas que quedan en Argentina ya pueden ir temblando. El gobierno de Cristina Fernández necesita dinero, y como en el caso de YPF para los gobiernos populistas el corto plazo lo es todo y la caja que acumulan algunas empresas españolas son un tesoro demasiado tentador al que no meterle mano. Da igual que esta caja pueda ser necesaria para que las empresas puedan invertir o sea un justo retorno del capital invertido, cuando has llevado una política económica desastrosa y tienes el crédito cortado, sólo tienes una opción, confiscar cualquier atisbo de riqueza, para poder mantener el status quo del poder político al menos hasta las próximas elecciones.
Cuando lo que está en juego es la supervivencia de la clase política dirigente, no hay enemigos ni se hacen prisioneros. Que se lo expliquen a Brufau y alguien también se lo tendría que explicar a Alierta. Por mucho que el canal de TV de Telefónica sea amable con el actual régimen, o por mucho que se quiera ayudar a financiar una eventual compra del 11% de YPF aún en manos de Repsol para los amigos de Cristina Fernández, hechos los favores, van a ir a por la caja.
Por mucho que lo intente ocultar, la gestión económica del gobierno de Cristina Fernández y su rasputín en la corte Alex Kicillof, es simplemente nefasta. Un manual de populismo económico barato, sin rumbo ni sentido, que vuelve a llevar a un país con enorme recursos a la quiebra. Destruyendo cualquier atisbo de lo que se podría denominar empresa y fomentando una nueva clase empresarial, creando un nuevo sistema económico que podríamos denominar el de los empresarios públicos. Es decir sectores enteros en donde se elimina la competencia y en donde los empresarios afines al régimen se harán oro.
En este nuevo sistema económico se eliminan los stakeholders tradicionales (ya no hay clientes, ni proveedores, ni empleados, ni accionistas), sólo son necesarios dos actores, por un lado el Gobierno y su casta política y por el otro los empresarios “amigos” o los “elegidos”. Ambos se van a llenar de dólares, mientras el sistema se va pudriendo y derrumbando a su alrededor.
Obviamente el Gobierno tiene que vender lo invendible, mientras baña con populismo las medidas drásticas que tiene que ir tomando para que no se desmorone el castillo de naipes. Control de divisas, extorsión a medios de comunicación, nacionalización de empresas, y sobretodo falsear cualquier tipo de dato económico que les pueda mostrar a los ciudadanos cual es la realidad. Un buen ejemplo lo teníamos ayer con la entrevista que os pusimos al Ministro de Economía Argentino y la incómoda pregunta sobre el dato de inflación (roza la tragicomedia)
Mientras Cristina Fernández, llama tontos a los argentinos que compraron dólares, y el tipo oficial está en 5,17 pesos un dólar, la realidad es que en el mercado no oficial, el dólar paralelo se cambia a 9,15 pesos 1 dólar, hay protestas masivas en las calles y el país está al borde del default técnico si se acaba de confirmar la sentencia emitida por un tribunal de NY que protege a los inversores de bonos que no aceptaron la quita.


Mientras tanto el Gobierno Argentino presume de reducir las tasas de pobreza. Por no tener vergüenza no les da vergüenza ni el calibre de la mentira, ya puestos imagino que cuanto más gorda mejor. Según la versión oficial la pobreza afecta sólo al 5,4% de los Argentinos y el gobierno da por oficialmente resuelto el problema de la pobreza en el país. Ni en Suiza tienen esa cifra. Pero en Argentina han decidió que una familia de un matrimonio con 2 hijos que gane más de $300 dólares al mes ya no es pobre. Así que problema resuelto.
Si consideras que una familia de cuatro miembros que gane menos de $600 dólares al mes es pobre, entonces la tasa de pobreza en Argentina pasaría del 5,4% a casi el 27%. No hay nada mejor para resolver los problemas económicos que cambiar los indicadores. Cuando la simple mentira ya no es suficiente para ocultar la realidad de una economía que se desintegra, entonces ya entras en la fase de la estrategia de la langosta. Confiscar cualquier riqueza a la que el poder político pueda acceder aún que sea a costa de arrasar con el futuro.

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